Comer sano es una de las metas de muchas personas y en ocasiones se ven «intimidadas» por el exceso de comercios de comida rápida, la ortorexia, anorexia y obesidad son trastornos relacionados con los alimentos, pero las personas que salen a comer a la calle quisieran hacerlo pero sin engordar, por ello veremos consejos para comer fuera sin engordar.
Una o la mejor forma de comer sano es preparar tu propia comida en casa, pero a veces por cuestiones de trabajo es imposible hacer comida para el desayuno o almuerzo por lo que se recurre a comer fuera frecuentemente, claro que todo es posible si sabemos moderar nuestros hábitos alimenticios, por ello vamos a dar una serie de consejos para comer fuera de casa sin temor a engordar.
– Elige tú el restaurante: es uno de los aspectos principales a la hora de comer fuera de casa, debes seleccionar un restaurante que se adecuado para el tipo de comida o platillos que buscas para satisfacer tu necesidad, puede ser uno de mariscos, vegetariano, regional etcétera.
– Al ordenar tu platillo, debes tener en cuenta que cada alimento tiene diferentes cantidades de calorías y estas no se asimilan igual. Lo recomendado es que los carbohidratos ocupen el 55% de las calorías diarias, las proteínas 15% y las grasas no deben superar el 30%, con esto tendrás un control adecuado.
– Platillos, de preferencia si vas a ordenar dos platillos, el primero debe ser una ensalada (entrada) y el segundo el plato fuerte. Otro consejo para comer fuera sin engordar es evitar estar «botaneando» con lo que se encuentre en la mesa pan, galletas u otro, acabar el pan para matar el hambre no es necesario.
– Si eres un amante de los postres: geletina, flan, pastel, dulces u otro tipo de postre, pero no quieres meterte en problemas con las calorías es mejor que procedas a compartir tu postre.
– Por último, las personas siempre suelen ser caprichosas y a la hora de comer también lo deben de ser, es decir, si se te antoja algún platillo en especial, no dudes en ordenarlo y sobre todo recuerda que puedes comer de todo pero con mesura, es decir, sin abusar tanto de la comida.